sábado, 20 de noviembre de 2010

POST FIESTUM

A veces pasa que no puedo evitar sentirme amenazada por la edad a la que pertenezco y de la cual cada vez me siento menos parte. Trato de combatir contra las reglas de la social estructura y me parece que la envoltura patética de la juventud en éxtasis me pasa por la garganta, llegando a la ácida cueva de la bilis. Cuesta entender si todo es parte más bien de mis propios miedos y la autoflagelación de la menos querida Caro.

Pero no soy estúpida, siento, percibo y llego a conclusiones que pesan mucho más de lo que quisiera.

Es tan necesaria la atracción hacia un lado como hacia otro, sentirse tan increíblemente atraído por el sexo opuesto o por el mismo, es tan natural como urgente el que exista una persona, ser, quimera o experimento que no me haga el feo y que contemple mi belleza aunque sea la intelectual, espiritual y ya si se pone guapo, la física.

Se busca roto para descocida. Créanme, no quisiera firmar así mi epitafio.

Confío que el camino tan hermoso por este capítulo que es la vida, me tiene una sorpresa, ignoro si es de la talla M ó F, pero sólo intento demostrarme que puedo dar y que el egoísmo no está a prueba.

Desisto cada vez que me enfrento a esta masa de hormonas masculinas en busca del coito barato y pasajero.

No quiero ser carne en oferta para los buitres, pero me lleno la cabeza con demasiados porqués y cómos que incomodan y me dejan en un trance chaquetero que se acentúa al ritmo del pum pum pum de una música vacía y una luces intermitentes tan presuntuosa que da vergüenza sólo el hecho de ser iluminada por ellas.

lunes, 4 de octubre de 2010

La carretera


Viajar por carretera en camión es una de mis actividades favoritas. Encuentro fascinante ser la compañera de viaje de personas, anónimas con destinos, todos ellos posibles e historias que van de un lugar a otro, dejando huellas que se van evaporando a medida que se rompen las distancias.

Contemplar los paisajes como quien observa el lienzo interminable de una obra de arte, es una sensación tan gratificante para los ojos que cuesta mucho conciliar el sueño.

Formas perfectas e imperfectas, colores, sombras, segundos planos, aire, maleza, vida. Figuras humanas en miniatura perdidas entre un millón de texturas, el simple hecho de dejar una a una, estas figuras que son los protagonistas de un millón de historias, me llena la cabeza de preguntas tan increíblemente ricas en respuestas y a la orden de mi imaginación.

domingo, 5 de septiembre de 2010

El cielo amaneció llorando

¿Cómo se puede asumir la pérdida de alguien que te salvó la vida?
¿Cómo secar las lágrimas? ¿Cómo volver a empezar?
La noticia me causa un espasmo que por momentos me deja sin aire. Como si una parte de mí se hubiera ido con ella. Apenas ayer le platicaba mi vida, mis avances, lo feliz que me sentía, que era tal mi avance que podría pensar que me tomé algo como cuando lo haces para aliviar un achaque de menor importancia.

Hoy la noticia cayó acompañada de una lluvia mañanera. Lilia Romano, había muerto. Aquella a quien la debo la Carolina que soy y con quien apenas hace poco más de un mes, volvía a retomar un camino que no había terminado de recorrer, desde aquella primera vez hace 12 años.

Son tantas las preguntas, tantos los sentimientos que me cuesta trabajo ordenarlos, ordenarme, ahora mismo escribo, borrando a cada paso. Estoy nerviosa y temo mucho que mi vida deje de fluir, me aterra pensar en cómo va a tomar esto mi cuerpo, mi sangre, mi inconsciente, mis monstruos. Deseo con todo mi corazón que la gran enseñanza que ella me dejó en vida persista y que sus palabras acompañen cada uno de mis actos, como reflejos del ejercicio natural de mi supervivencia.

Las palabras más adecuadas no surgen tan fácilmente. Mi cabeza está atascada, completamente abrumada, buscando respuestas, esas que Lilia sabía exactamente.

Por ella y por mi tengo que seguir en este trabajo que intenta rescatar mi esencia, sin máscaras, ni rencores, debo escalar tanto como pueda y viendo hacia adelante, fluir.

Dios mío, qué difícil, ahora mismo he pasado de un sentimiento de profunda tristeza a autocompasión y finalmente rencor.

Y las palabras de Lilia siguen llegando a mí como ecos de la memoria. Sé Lilia, cuánto me conociste, más que nadie en este mundo, más que yo misma.


Te agradezco infinitamente tus palabras, tu inteligencia, tu manera de proyectar paz, tu honestidad, franqueza, tu insistir a cada momento en que dejara de lastimarme, de sentirme la mujer más malvada de este planeta. Pero sobre todo gracias por escuchar y recordarme que lo más bello de este mundo está en mi interior.

miércoles, 23 de junio de 2010

Octava, más no la vencida.

Ocho conciertos después y las emociones de ver al gran salmón se han transformado en un intento de encontrarle más significado a los espacios sin letra y a los silencios que intentar sonar más.

Vivir la gira como una probadita relámpago de las nuevas vibraciones me pasó como un chubasco, en medio de la locura de un mundial, el trinufo sobre los franceses y lo ácido, grosero, pestilente y demandante de un trabajo que no me deja espacios para disfrutar esos momentos contaditos que al segundo siguiente se van.

El jueves fue perfecto, empezó con una llamada del Niño, invitándome a su primer concierto, siguió con un grito de gol al cuadrado y terminó con un brindis en el backstage con la banda On the rock.

La noche fluyó bautizada por la fuerza de la marea a contracorriente, esa que no se espera pero ataca cada que puede, llegándote al rinconcito del éxtasis.

Andrés, como nunca, más alegre, más platicador, con esa mirada penetrante que con sólo unos segundos te encuentra desarmada, es como si te encuerara el alma y desmenuzara cada centímetro cúbico de tus pensamientos. Simple metáfora, nada más.

Ahora éramos más: Más chichis, más nalgas, más risitas nerviosas. Fue como verme reflejada en un deja-vu de pubertas alocadas, pidiendo a gritos la mordida del rockstar para consolidarse como la Groupie encantada de la noche.

Pero el reencuentro lo valió, hace apenas unos meses lo vivía con la gloria de mi primera vez, pero ahora, le tocó el turno a la gloria del reencuentro, esa que me dejó saber que tengo un espacio en la memoria de esos admirables terrestres que protagonizan el mundo del rock, pero que al final son personas de carne, hueso y mucho corazón.


I`ll be there.

domingo, 16 de mayo de 2010

Hermoso mayo

Mayo, el mes que todo lo recompensa.

Parece que la suerte del abandono me complace y me consiente

Desde hace ya 12 años existe un regalo divino constante

Traducido en momentos, en sueños, en rock.

Basta con imaginar a Paul y Charlie con epecial dedicatoria para Nacho

El otro Nacho.

Y para mí, la felicidad compartida.

Esa que reparto a veces con egoísmo, a veces con despilfarro.

Sí, quisiera que estuvieras y poder llenarme de gusto por los pequeños y nobles detalles de la vida.

Pero hace una adolescencia que no estás.

Por poco y me gana el olvido

Pero como espasmo, el instinto del amor todo poderoso

me hizo recordarte un día antes de aquél 9 mayo.

Te extraño mucho Babito.

jueves, 22 de abril de 2010

REQUIEM POR UNA PEDA

Nada más amargo que la muerte de la peda que nunca fue
La casa que cobijaría el sueño de una peda en primavera a razón de la cumpleañera, nos dice, “Mañana no puedo”, ¿Y ahora qué pedo?
La Güacara que se imaginó bañando las impolutas paredes del escusado, hoy llora en silencio en lo más profundo de su ser ebrio.
Me despido con un hasta pronto bacacha, ya habrá tiempos mejores para cubear.
Disculpen las molestias que esto le ocasiona, pero la PEDA DE CARO se cancela, o se pospone hasta que una casa la arrope y la reciba con la barra abierta toda la noche.

martes, 30 de marzo de 2010

PRINCESA PATA GRANDE

Érase una vez,  en el maravilloso reino de las princesas, en el edén de las nenas fashionfabulantásticas, tuvo a bien nacer una pequeñita que de pequeñita tenía sólo la edad. Su nombre: Ana Carolina, la princesa de pie grande.

 

Bendito o maldito el día en que decidí que ser mujer estaba pocamadre, que mi etapa de jugar a las barbies pasaba a un segundo nivel, no menos divertido pero sí más caro; en donde consigues elevar tus sueños de criatura inocente a las fantasías más crudas de una mujer  hecha y deshecha por al arte de espejito-espejito. Para eso me gustabas condenado, refleja mis fantasías que soñar no es pecado.

 

Y es que ¿Quién dice que las niñas grandes ya no juegan a las muñecas? Si al crecer seguimos en el quita-pon-peina-pinta de nosotras mismas, las muñecas de carne y hueso, escala uno a uno. Dejamos de soñar en chiquito para seguir soñando en grandote. Tres horas de rutina frente al espejo: sume panza, endurece nalga, para trompa, saca bubbie y todo acompañado de las fantasías más bochornosas que hacen de este juego la travesura más inocente de nuestros días.

 

Sin embargo, llega un día en que después de tanto soñar las más ridículas historias de auto amor, te das cuenta de que ya no puedes jugar más a ser perfecta. Abres los ojos y enfrentas la realidad, buscando en cada aparador la gran oferta del cuerpo escultural de nuestra Miss Estereotipo de la Belleza, Barbie. Esa cabezona con medidas perfectamente desproporcionadas pero tan universales como para permanecer en el gusto de las niñas cursis y los niños precoces.

 

Despiertas y ni cómo cambiarte por otra más lacia, menos china, más flaca, más alta. Hay que despertarse cada día y enfrentarse con la muñeca que eres, como salida de una empaque nuevo o recién rescatada del olvido, completamente desnuda e indefensa y con las medidas de unos fabricantes que tuvieron a bien hacerte con un número de serie único e irrepetible.

 

Y es ahí donde el juego, se complica, venimos de  hacer berrinches porque alguien nos ganó la muñeca más linda de la caja, a hacer berrinches por ser quien somos. Y este no es un trámite que se pueda negociar con un helado de chocolate. Es aquí cuando cada quien tiene que lidiar con sus defectos de fabricación.

 

A mí se me hizo fácil crecer y crecer y crecer. Dentro, fuera y por los siglos de los siglos. Y  más allá de no encontrar un príncipe que me alcance o que esté por lo menos a la altura de mis ojos, no encuentro unas zapatillas que me ajusten.

 

El arte de la búsqueda de calzado, lejos de ser mi actividad favorita, la encuentro frustrante. Y todo gracias a que calzo de un número con el que la media promedio cruzaría el atlántico. Hola, soy Carolina y calzo grande. ¡Hola Patolina!

 

Tienda tras tienda me encuentro con vendedores, con los que invariablemente practico las siguiente conversación:

 

YO: ¿Hasta qué número tiene estos?

 

VENDEDORA: ¿Cómo qué número buscabas amiga?

 

YO: 27

 

VENDEDORA: Uyyyyyyyy nooooooooooooo!!

 

Acto seguida, yo dejando los lindos zapatitos y ella dándose media vuelta como diciendo, a éste pobre monstruo ni cómo ayudarle.

 

Afortunadamente tengo la suerte de que existen lugares como Zara, Pull&Bear y Nine West que llegan a concederme un par de lanchas, entre sus surtidas mexican tallitas  y si corro con suerte hasta llegan a poner en oferta las zapatos de tallas extras, puestos en exhibición, dando fe y legalidad de un caso más de Rippley.

 

Todo esto, sin mencionar  que el tacón y yo no somos amigos. Las plataformas me odian y cada que pueden me expulsan y me muestran el lado más denigrante de la moda que no te acomoda. Por eso cada que visito una tienda y vuelvo a jugar a vestir a mi muñeca preferida, la imagino con un par de zapatillas de tacón con ajuste perfecto, pues soñar es el accesorio que invariablemente viene de regalo en los días del choping. Porque ni la falta de dinero te impide soñarte vestida de seda, ni la sobra de pata te impide tomar las zapatillas más diminutas y soñarte caminando sobre ellas.

 

 

 

 

miércoles, 10 de marzo de 2010

En la vida, la indiferencia pesa más que el odio. Los puntos intermedios son bipolares.

domingo, 21 de febrero de 2010

ANA KARMA

En la película de la vida, me cuesta entender qué papel me darían, ¿El de la villana? ¿El de niña buena? ¿El de extra? ¿La asesina? Ignoro si las acciones que he coleccionado a lo largo de esta tragi-comedia, se quedarán como episodios sin resolver en la parte 2, 3 y 4 de eso que muchos llaman Karma. Nací acompañada, pero irónicamente sola. Aprendí a encariñarme  con esos momentos donde la soledad-libertad es una de las cosas más ricas de este hermoso tránsito terrestre. Suficientemente realista, ácida, cruel, pero también sincera, práctica, justa y nunca hipócrita. Si siento, quiero.

martes, 26 de enero de 2010

TWIST&LIFE

Si estas dispuesto a vivir una vida donde la mayoría de los días son completamente irrelevantes, grises, inertes, vacíos, fáciles, y tan cómodamente previsibles, despega los ojos de este blog y regresa a la mecánica de respiro, como, cago, duermo.

Ahora bien, si he logrado llegarle al mero mole de tu instinto curioso, te doy la más cordial bienvenida al fantástico, nunca esperado, jamás olvidado y bien apodado juego del QUÉ HARÍAS.

Paso número uno, imagina una situación imposible, un sueño vergonzoso, un hecho morboso o alguna fantasía de espectro culposo.

Paso número dos, anteponlo a la frase de “¿QUÉ HARÍAS?”:

¿Qué harías si beso a ese que se acaba de subir al pesero y le digo que es el amor de mi vida?

 ¿Qué harías si voy con el cajero de starbucks y tras su pregunta de todos los días a la misma hora, en el mismo lugar y con la misma gente, lo sorprendo con un “¿Me das un latte mi corazón por ti?”?

 ¿Qué harías si les dijera a estos desconocidos calenturientos que viajan junto a nosotros en el elevador del hotel: “Provechito”?

Bien, hasta este momento del juego, todo quedará entre tu cerebro y tu, no hay riesgo de caos mundial, desorden público o alteración en el hábitat de las especies.

Ahora, si has tomado la decisión de llevar a la práctica tan interactivo pasatiempo, preparemos pues las fanfarrias, que la bitácora del coleccionista de anécdotas, está por comenzar.

 

Epílogo.

Alterar la realidad y el orden, aunque sea por unos segundos, arrancar sonrisas, enojos, incomodar, ¡Pero por dios! ¡Hacer sentir! Me declaro cazadora de historias, quiero darle una vuelta a cada día, ver algo que nunca había visto, comer donde nunca había comido o lo que nunca había comido, andar con quien nunca hubiera andado, sorprenderme de mí misma en situaciones que nunca hubiera imaginado y mucho menos idealizado.  La fórmula de lo espontáneo, curiosa contradicción. No planear, no esperar, dejar que la vida me sorprenda, sólo con cambiar el botón de Qué harías por el de Lo hice y lo que pasó cuando lo hice.

Let it be.

http://www.youtube.com/user/improveverywhere?blend=1&ob=4#p/u/6/WnY59mDJ1gg

miércoles, 6 de enero de 2010

SUEÑO DE PAPEL



Quiero  inventarme un mundo de papel,

trazar las estructuras de una vida de muñeca,

abrir ventanas sorpresa.


El ilumina, recorta y pega de un mundo imaginario,

El país de mis fantasías.


Usar vestidos para recortar por la línea punteada,

Colorear y salirme de la raya sin tener que obedecer al sistema 

cuántico mágico del mundo real,

ese que vive en la otra dimensión, lejos del papel.


Ser cada día la protagonista de un cuento de pop up, 

así, tan sorpresivo e imaginario.


Dibujarme diario una sonrisa,

Vivir con un feliz para siempre.